Cada vez más personas comienzan el año nuevo con un refrescante baño en agua helada. En los últimos años, la exposición consciente a temperaturas extremas, ya sea frío intenso o calor profundo, ha ganado popularidad en el mundo del bienestar y la salud. Pero, ¿qué le sucede realmente al cuerpo en estas condiciones? ¿Y cómo podemos beneficiarnos del contraste entre el frío y el calor?
TERAPIA DE FRÍO: UN IMPULSO PARA EL CUERPO Y LA MENTE
Las aplicaciones de frío, como el baño en hielo o la crioterapia, son consideradas una auténtica "cura revitalizante" para el cuerpo. Cuando nos exponemos a temperaturas muy bajas, los vasos sanguíneos se contraen para conservar el calor y luego se expanden nuevamente, lo que estimula la circulación y mejora el suministro de oxígeno y nutrientes a los músculos y órganos.
El frío es especialmente beneficioso para quienes buscan una recuperación rápida tras la actividad física. El impacto del frío ayuda a reducir la inflamación, aliviar la tensión muscular y minimizar el dolor post-entrenamiento. Además, acelera el metabolismo, ya que el cuerpo necesita gastar más energía para mantener su temperatura. Esto no solo fortalece el sistema inmunológico, sino que también puede ayudar a prevenir resfriados.
Sin embargo, la exposición al frío debe hacerse con precaución. Una exposición prolongada o excesiva puede provocar hipotermia y poner en riesgo el sistema cardiovascular. Por ello, es importante conocer los propios límites y acostumbrarse poco a poco, por ejemplo, con una ducha fría al final del baño. Y si decides probar el baño en hielo, nunca lo hagas solo para evitar riesgos.
EL PODER SANADOR DEL CALOR: RELAJACIÓN EN LA SAUNA
A diferencia del frío, la sauna aprovecha los beneficios del calor para una relajación profunda y un bienestar integral. Una sesión tradicional dura entre 10 y 20 minutos a temperaturas de 80 a 100 grados Celsius (como en una sauna finlandesa), lo que estimula la sudoración y dilata los vasos sanguíneos.
Las saunas son una de las formas más antiguas y efectivas para promover la salud y la relajación. El calor activa la circulación sanguínea, alivia la tensión muscular y favorece la eliminación de toxinas a través del sudor. Pero sus beneficios no son solo físicos: la sauna también es una excelente manera de reducir el estrés, calmar la mente y mejorar la calidad del sueño, especialmente si se utiliza como un ritual de relajación por la noche.
TERAPIA DE CONTRASTE: LO MEJOR DE AMBOS MUNDOS
Una de las formas más eficaces de combinar los beneficios del frío y el calor es la terapia de contraste, que alterna entre ambas temperaturas. Esta práctica no solo acelera la recuperación física, sino que también potencia la sensación de bienestar mental. El cambio rápido entre calor y frío estimula la circulación, fortalece el sistema inmunológico y deja el cuerpo con una sensación de energía renovada y profunda relajación.
WELLBEING EN THE FLAG COSTA DEL SOL
Para quienes buscan experimentar los efectos revitalizantes del frío y el calor en un ambiente tranquilo, THE FLAG Costa del Sol es el lugar ideal. Aquí, los huéspedes pueden relajarse en la sauna y descubrir una innovadora terapia de frío aplicada en las manos. Y más allá de eso, el mar ofrece una oportunidad natural para experimentar los contrastes de temperatura, permitiendo revitalizar cuerpo y mente con cada inmersión en las refrescantes aguas del Mediterráneo.
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