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Pequeñas pero poderosas: Microplásticos y nuestra salud

INVISIBLES Y EN TODAS PARTES

Los microplásticos son diminutos, pero ya representan un problema global. Con un tamaño inferior a cinco milímetros, estas partículas son casi invisibles a simple vista. Lo más preocupante es que pueden encontrarse prácticamente en todas partes. Los peces y mariscos los absorben a través de aguas contaminadas y, de este modo, llegan a nuestros platos. Las frutas y verduras pueden contener restos de suelos contaminados, y la carne puede incluir microplásticos si los animales consumieron pienso afectado. Incluso bebidas como la leche, la cerveza o el vino podrían estar contaminadas, ya que en su elaboración se utiliza agua que puede contener partículas de microplástico. El agua del grifo y el agua embotellada también pueden ser fuentes de exposición. Pero no solo los alimentos son una vía de entrada: el aire que respiramos también influye. Los microplásticos forman parte del polvo fino y pueden penetrar profundamente en los pulmones al inhalarlos. Estos fragmentos se originan cuando los plásticos más grandes se degradan por la radiación UV, las condiciones climáticas, el desgaste de los neumáticos o el lavado de ropa sintética. Algunos cosméticos y productos de limpieza también contienen microplásticos desde el inicio.



QUÉ OCURRE EN NUESTRO CUERPO

Los estudios muestran que los microplásticos pueden ingresar al organismo a través del sistema digestivo, las vías respiratorias e incluso, posiblemente, a través de la piel. Los efectos a largo plazo aún no se conocen completamente, pero las primeras investigaciones apuntan a posibles riesgos para la salud: las partículas podrían irritar los tejidos o actuar como portadoras de sustancias químicas como plastificantes y colorantes. Además, en su superficie pueden adherirse bacterias o patógenos que entran en el cuerpo y sobrecargan zonas sensibles. La investigación sobre este tema seguirá creciendo en los próximos años.

REGULACIONES GUBERNAMENTALES

La Unión Europea ha comenzado a regular el uso de microplásticos añadidos intencionadamente. Algunos productos ya no pueden contener microperlas, y para otros se prevé una eliminación progresiva con plazos de transición. El objetivo es reducir a largo plazo la carga para el medio ambiente y la salud.



QUÉ PODEMOS HACER NOSOTROS

Aunque es imposible evitar completamente el contacto con los microplásticos, hay muchas formas de reducir su presencia en la vida cotidiana:


• Utilizar vidrio, acero inoxidable o cerámica para envases, botellas, tablas de cortar o hervidores de agua.

• No calentar alimentos ni bebidas en recipientes de plástico y lavarlos a mano, ya que el calor y los detergentes aumentan el desgaste.

• Evitar llenar alimentos calientes en recipientes de plástico.

• Elegir envases de vidrio para productos ácidos o calentados como salsas de tomate, zumos, yogures o chucrut.

• Beber agua del grifo o de botellas de vidrio.

• Preferir té suelto, ya que algunas bolsitas contienen fibras plásticas que se liberan al infusionar.

• Optar por cosméticos naturales certificados o productos con la etiqueta “sin microplásticos”.

• Ventilar regularmente, limpiar el polvo con paños húmedos y usar filtros en aspiradoras o purificadores de aire.


Los bebés y los niños son más sensibles a las sustancias dañinas, por lo que un uso consciente de los plásticos es especialmente importante en su caso.



NUESTRA CONTRIBUCIÓN EN THE FLAG COSTA DEL SOL

En THE FLAG Costa del Sol también queremos contribuir con pequeños pasos. Por eso, ofrecemos agua en botellas de vidrio y hemos instalado diferentes estaciones donde los huéspedes pueden rellenar sus botellas. Es una opción más saludable y, al mismo tiempo, sostenible.